Demonologia: Rama Esotérica de la Teologia


HABLEMOS DE DEMONOLOGÍA. 


Hay muchas disciplinas académicas del orden totalmente humano, que abordan importantes temas las cuales han evolucionado notablemente a medida que el Hombre civilizado se adentra en la búsqueda por saber asuntos  difíciles de interpretar así como un buen número de preguntas que se han tejido a través de la Historia. Es así como cada vez aparecen más formas de estudios que incluyen el descubrimiento de nuevas evidencias provenientes de la antigüedad hasta las nuevas tecnologías que rápidamente nos llevan a escenarios cada vez más certeros tanto en sus análisis como en sus conclusiones. 


El mundo espiritual no escapa a este panorama. Al contrario, siempre ha habido un especial interés por gran parte de la población global en temas de corte espiritual y esotérico. Aunque parezca lo contrario y a pesar de que muchos analistas en los temas religiosos tienden a concluir que cada vez más el ser humano pierde interés por los asuntos espirituales o tienda a desconocer la esencia de seres superiores como Dios, por ejemplo, las escuelas que se desprenden de las organizaciones religiosas más influyentes, nos arrojan elementos que desvirtúan de manera importante esta aparente apatía del ser humano moderno por relacionarse con la religión, la espiritualidad y todo aquello que tenga que ver con la teología y el estudio de las jerarquías que según los entendidos, existen tanto en el llamado cielo, como el infierno. Significa esto que así como hay organizaciones humanas al servicio del Hombre tanto en lo político, como en lo académico, militar, religioso y espiritual a nivel humano, es seguro que en los ámbitos no terrenales existen iguales organizaciones que se caracterizan también por funcionar con jerarquías y niveles de poder. Tal como en la Tierra. Aquí podemos hacer un pequeño comentario para decir 

que se cumple una de las leyes naturales más importantes que se conocen hasta ahora. Como es arriba, se es abajo. 


Existen importantes escuelas de exorcistas que se han dado a la tarea de preparar a aquellos sacerdotes o personas que tienen una disposición única y especial para sacar demonios, espíritus perversos o seres oscuros que por una u otra razón hacen de las personas del común su mejor forma de hacer sufrir y robar el espíritu del desafortunado poseso o poseído. El poseído se vuelve así el mejor huésped para albergar los más crueles demonios que puedan existir, pero este tema será tratado más adelante. 


Hoy nos referiremos puntualmente a una disciplina del saber espiritual denominada DEMONOLOGÍA el cual ha tomado un auge importante en las últimas décadas, muy a pesar de ser mucho más antigua de lo que en realidad nos imaginamos. En su definición más corta, la demonología es el estudio acerca de la naturaleza y las cualidades de los demonios. El origen etimológico de la palabra viene del griego y es el resultado de la unión de dos palabras. Daimon que significa genio o demonio y logos que significa estudio o ciencia. Pero antes de entrar en su significado más complejo es necesario saber que la palabra demonio, antes del cristianismo, se le atribuía a cualquier divinidad menor sin importar su naturaleza buena o mala pero que con el tiempo esta palabra se ubicó para señalar algo realmente muy malo, maligno, tenebroso y diabólico con la llegada de las doctrinas religiosas. 


La demonología es en realidad una importante franja de la teología dedicada al comportamiento de los demonios. Sus estudios son analíticos y se encuentran estrechamente relacionados con la ANGEOLOGÍA, la cual se concentra en el estudio y análisis de los ángeles. Una de las obras claves más importante de la demonología occidental cristiana es MALLEUS MALEFICARUM, escrita por Heinrich Kramer y Jacob Sprenger, obra en la cual los autores sustentan la existencia de la brujería como aspecto central de las creencias del catolicismo dado el grave y potencial daño que puede recaer sobre los creyentes. 


La demonología procura recrear listas para dar nombres y trazar así el orden jerárquico de las organizaciones, tal y como lo mencionamos al comienzo donde hicimos énfasis en que toda agrupación humana o no, se caracteriza por tener un orden jerárquico el cual debe ser respetado con cabalidad y rigor. En este caso la demonología analiza y recrea la jerarquía y el orden en importancia de los espíritus malignos.  Es en este punto donde la demonología es opuesta a la angeología ya que esta última es el marco que sustenta el trabajo de jerarquizar a los ángeles pero orientado totalmente hacia los espíritus de bondad.


Según los preceptos del cristianismo los entes demoníacos son ángeles caídos. Son ángeles que cayeron del cielo lo cual significa que cuando un ángel cae, es porque se ha producido una expulsión de este, el cual no ha cumplido a cabalidad con las leyes, mandatos y órdenes de Dios. Los teólogos aducen que este comportamiento rebelde se produce con el uso del libre albedrío o también por no haber entendido las disposiciones del ser Supremo. Es importante resaltar que las características que aglutina los rasgos de un perfil demonológico es producto o resultado obtenido por personas que tienen las habilidades precisas para invocar espíritus maléficos y esta faceta de la demonología es también usada por los grimorios de magia oculta. Los grimorios de magia oculta son aquellos tomos que contienen los conocimientos de la demonología más de una vez estudiada por aquellos que debían perseguir y juzgar a diabolistas y brujas.  Las  personas con las habilidades para los estudios demonológicos se dan a la tarea de analizar de manera profunda sus comportamientos pero también es cierto que personas del común, sin experiencia en estos temas, abren portales muy peligrosos que provocan a espíritus malos y este proceso lleva a desenlaces terribles y crueles a través de invocaciones, tablas ouijas, psicofonías y otras modalidades de invocación. 


A través de toda la historia humana, los seres malignos han tomado diferentes formas y nombres. Es bien sabido que en la Biblia el nombre más usado en el Nuevo Testamento es el de  Satanás, pero también tiene un sinnúmero de nombres dependiendo del punto histórico, la geografía y las diferentes religiones que pululan en el mundo. En el mundo cristiano existe el punto más álgido en todo este contexto y es la eterna lucha del Bien contra el Mal presentado por el Demonio el cual tiene la clara misión de conducir la perdición de las almas humanas. Pero por otro lado está, según el libro de la vida, la figura del Salvador o Hijo de Dios.  Si nos detenemos a analizar la lucha del bien sobre el mal, también es clara la posición y visión del libro de la vida el cual siempre el Bien termina triunfando sobre el Mal, lucha que cada cierto ciclo se renueva. 


Por otro lado vemos que en otras religiones influyentes y milenarias, la existencia de una entidad o ente sobrenatural y maléfico que actúa en yuxtaposición a Dios  como eje central es el Islam. Otros credos tienen a Satán como figura preponderante es el judaísmo que para el islamismo es llamado Shaytan o Iblis. El zoroastrismo cuenta a su vez con un ser de luz y totalmente benévolo conocido como Ahura Mazda el cual se encuentra envuelto en una batalla cósmica con una deidad maligna denominada Anya Mainyu. 


El Nuevo Testamento nos da cuenta de la existencia de espíritus menores pero adversos el cual nos pone en franca lid para la eterna lucha asistida por estas entidades concepto este que también encontramos de manera muy explícita en el Corán aunque este hace  alusión a una tercera raza creada que no son ángeles ni demonios, pero sí guardan un carácter abiertamente inmoral llamados yinnun o yinn y conocidos en occidentes como genios.


El Antiguo Testamento también nos presenta a Satán como un ángel bajo la autoridad y tutela de Dios, pero que actúa de manera tentadora al buscar sutilmente la voluntad de Job, el cual ha sido una de las figuras más representativas del ser humano ante Dios, como fiel, leal, creyente, paciente y obediente pero que al ser acosado por Satán para demostrarle al mismo Job y a Dios su poder y supremacía, el buen Job dejó muy frustrado a Satán ya que jamás pudo ablandar la fé en Dios a pesar de recibir las más duras pruebas que el Hombre antiguo haya recibido. 


La demonología es una disciplina muy importante en estos tiempos ya que las manifestaciones de dolor, muerte, bajas pasiones y otros escenarios terribles, tenebrosos llenos del espiritu del mal del Angel Negro o Caído, campea por todas las geografías posibles y ahí donde se hace necesario mantener una actitud que agrade al Dios de cada quien pero que sea prudente y de noble fin.


Por la demonología se han llegado a saber entre otras cosas, algunos de los múltiples nombres que se usan, el cual parece ser una de las herramientas más usadas por el ángel del mal por lo difícil que se vuelve lidiar y exorcizar demonios sin conocer su real procedencia. Nombres como Belcebú, Paimón, Belfegor, Leviatán, Lilith, Asmodeo o Lucifer, son algunos pocos de los muchos con los que se identifican. Como dato importante sabemos a través de las Sagradas Escrituras que Jesús realizó múltiples actos de expulsión de demonios y malos espíritus en su corto recorrido por la Tierra y sus naciones así como también en su período de cuaresma o llamado de Pasión, el mismísimo Satanás de le apareció a Jesús, ya debilitado por cuarenta días de ayuno para mostrarle lo que sería su vida si aceptara ser el Rey absoluto de toda la Tierra y sus naciones, todo el poder y las riquezas humanas a cambio de servirle a Satanás. Jesús, a pesar de su mutismo dudoso, no aceptó lo cual fue tomado por Satanás como una afrenta y un reto eterno para su paseo permanente por este mundo. 


La demonología toma todos los datos posibles de las escrituras, las diferentes filosofías espirituales y religiosas, inclusive de las diversas costumbres antropológicas y culturales de todos los pueblos y países. Las manifestaciones paganas, la estructura cultural y muchas otras corrientes humanas arrojan luces importantes para el estudio, análisis y comportamiento de los seres oscuros, los seres del mal que permanentemente están rodeándonos para nuestra aparente dicha pero que después se vuelve una permanente desdicha.


Creamos o no en seres superiores que nos enseñan desde nuestros ancestros el Bien, también hay personas de nuestra cotidianidad que nos quieren conducir al camino errado y a la falta de amor al prójimo y que a su vez esta falta de amor al prójimo genera karmas, lágrimas y desdichas. El día y la noche están ahí, la maldad y la bondad están ahí. Los hechos dolorosos existen pero la alegría del corazón y la bondad también caminan a nuestro lado. El karma y el Dharma existen, creas o no. 


Es mejor el Bien. La satisfacción de demostrar solidaridad, desprendimiento, ausencias de egos dañinos nos conduce siempre por el camino de la luz y de la vida. 






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